¿Gestionar tu propio marketing se siente como un segundo trabajo?
Si lanzas acciones aisladas sin un plan, es fácil sentir que tu esfuerzo se diluye. Lo mismo ocurre cuando inviertes tiempo y dinero pero no sabes con certeza qué está funcionando y qué no.
La falta de estrategia coherente no solo desperdicia recursos, sino que genera frustración y resultados mediocres.